se entrecruzan con un corazón que siente,
aturdiendo una mente que se enamora
dicen la prudencia es buena consejera
pero de amor sabe muy poco.
Las necesidades
cuando se esconden
en los miedos
no pueden aflorar.
Descubre tus penas
mujer divina
déjame enseñarte
otras posibilidades
mas allá del dolor.
Aparta por un rato
la terquedad necia
de tu corazón tupido,
deja entrar en tus venas
la incertidumbre misteriosa
de un cariño real,
te prometo que
probablemente te decepciones,
pero en buen tiempo de tu existencia
vas a conocer de primera mano
lo que es la alegría sincera.
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