lunes, 25 de agosto de 2014

Prevención, prevención, prevención!

El chikungunya es un virus que se transmite a través de la picada de los mosquitos Aedes aegypti/Aedes albopictus, los mismos que también transmiten el dengue. De hecho, en hojas informativas el Centro para el Congreso y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se indica que ambos mosquitos son “agresivos” en picar durante ciertas horas del día. Específicamente el mosquito pica en la mañana y en el atardecer. No hay vacuna contra el chikungunya y el tratamiento es sintomático. No hay nadie inmune a este virus.
Todos somos susceptible. Es un virus que tiene una tasa de contagio alta y una vez una persona se infecta, se infectan las que están en su entorno porque es un virus casero.
Por esta razón es muy importante ser proactivos. Porque la chikungunya es totalmente nueva y ninguno de nosotros tiene inmunidad. No hay antibióticos para esto, la solución es usar repelente y eliminar los criaderos.  
La limpieza de criaderos es fundamental, es imperativo limpiar áreas y recipientes que acumulen agua limpia, lugar en donde se reproduce el mosquito Aedes aegypti.
Otra  forma de evitar los contagios se debe centrar en aquellas personas que ya fueron contagiadas. Entre 80% y 95% de los afectados con la chikungunya tienen síntomas. En el momento en que tenemos los síntomas, tenemos la responsabilidad de usar repelente y evitar que ningún mosquito nos pique, o sea, que infectemos mosquitos. Porque si infectamos al mosquito, entonces el mosquito pica a alguien más y sigue transmitiendo la enfermedad. Si cuando tenemos los síntomas, no permitimos que nos pique el mosquito, no vamos a infectar a un mosquito y así las personas a nuestro alrededor  no se pueden infectar.
Cuando la persona contagiada tiene fiebre es cuando tiene potencial de contagio. La fiebre indica que existe viremia, que es que existen grandes cantidades de virus en la sangre y con eso es que se infecta el mosquito.
Lamentablemente pese al historial que tenemos en nuestro país con el contagio de dengue, no entendemos que hay que tomar medidas cautelares y tenemos que ser proactivos no reactivos. Esto es lo mismo que el dengue. Aquí no hay nada nuevo. El chikungunya es un virus muy astuto y que vive con nosotros porque le gusta el agua de lluvia que está en los techos, en las plantas, donde quiera que tengamos criaderos.

En cuanto al tratamiento en nuestra experiencia hemos visto que un curso corto de esteroides, mejora los síntomas rápidamente y evita el relapso de la artritis reactiva que es lo que más aqueja a las personas afectadas.