lunes, 3 de junio de 2013

Conundrum

Las buenas horas de la madrugada
nos tientan las fantasías de la imaginación,
las que se dejan seducir
por el agravio oportuno de la noche,
estirando sus brazos
en un esfuerzo desesperado
antes de esfumarce
entre los cabellos del sol

se rebela en su momento mas negro,
la oscuridad perpetua
desvia los pensamientos de sus sentimientos,
haciendolos complices
de locuras justificadas,
repositorio de las adivinanzas de emociones,
silentes mortificaciones
a la cordura de nuestras razones
adheridas a la mente en su lecho
despues de percibir
las primeras percepciones
del perfume inmaculo de la mañana.

Las buenas horas de la madrugada
esconden la hipocresia inmortal
de nuestras ideas sinceras,
mientras el rocio inocente
despoja de la tierra de sus impurezas,
el deseo fecundo de nuestro dormir
en su demencia
anestecia nuestra conciencia,
cuando el calor de las sabanas
comienza a picar
el sol malicioso sale a pellizcar
la realidad de un nuevo día en la piel,
entonces en un grito mudo
callado y sin respiro
le pide no molestar por unos minutos mas,
con un suspiro inedito
se despierta el alma de su trance oculto
para decifrar en el trascurso del tiempo
los laberintos espirituales
que nos brindar las buenas horas de la madrugada.