ángel oscuro,
tocándome con tu fría mirada
me has agasajado
con tu siniestra sonrisa.
Que hacer me pregunta la vida
absurdo yo
trato de responderle,
mientras me guiñes el ojo
señal de aviso
alerta bondadosa
de que el final se acerca.
Como me gustaría
borrar de tu cara
esa imagen de alegría patética.
Como quisiera
robarte un poco más
de ese tiempo prestado
arrendado a lo divino
que has venido a quitarme.
Ven siéntate a mi lado
compartamos un rato
el silencio de la marcha,
mientras me fumo
la melancolía de mis lagrimas.
Un secreto usurpado
dolor callado
no compartido,
ha venido a agasajarme
con el lamento de una despida.
No sé si tal delicadeza
con la que has venido
a avisarme con tiempo
que ya no queda tiempo,
enseñándome lo cercano
de ese lejano final
que a todos nos espera;
es de agradecer
o es de maldecirte.
Me ha mirado a los ojos
ángel oscuro
y con un susurro al oído
has convocado al sueño eterno.
