Seductiva esta situación que con dulce ironía
nos envuelve en este deseable pecado
escondido en el fondo de una antigua pasión.
Mientras el deseo lujurioso del espíritu
pide con ciega violencia
tu presencia
mi corazón me condena al sentimiento equivocado
mi razón sin deseos de ceder
ante esta corrupta sensación,
el pensamiento me acosa diciendo
que lo que siento por ti
es tan solo un recuerdo del pasado.
Tengo el corazón en la mano
esperando alguna respuesta
vistiendolo con la ilusión
de que algún día tendré la afirmación
de tu confianza.
Seré dueño de tu silencio
mientras mi alma se separa
de tu traidoras esperanzas.
Esta noche solitaria envuelve en sus brazos
el recuerdo perdido
mientras este se hunde en el olvido de la memoria
mi corazón busca sin cesar
una esperanza que lo amarre a tu imagen
pero la razón ante este vano intento
le ruega que detenga la marcha
de tan inútil lucha,
el lamentable resultado de este agobio
son unas lagrimas de plástico
que empujan el dolor escondido
dentro de una mirada perdida.
El dulce aroma de tu belleza
se desliza entre mis dedos
me dejo engañar por tu pelo de seda
que como gotas del anochecer
adornan tu mirada de ámbar,
hipnotismo de un deseo
que se aferra a un sueño ligero.
De que me vale oír
mil veces un te quiero
si este no viene tan siquiera
con el respaldo de un beso sincero
que le de valor a las palabras.
Como conformarme con escuchar
te amo tantas de veces
sin sentir tan solo una vez
el placer de una caricia
que haga real al sentimiento.
a veces cuando creemos que el recuerdo nos traiciona, el olvido se manifiesta y nos regala memorias.
martes, 30 de noviembre de 2010
Tímido
Mientras el silencio envuelve mi corazón
mis sentimientos se recuestan sobre sueños temerarios
haciendo de la razón un juguete inadecuado.
Accidentalmente me tropecé contigo
y con un golpe violento te enredaste en mis ojos,
los que en tormentoso sentimiento se envolvieron.
Tus ojos serenos eran como luceros,
llenando en silencio con su luz
todas las miradas que encantadas te miraban.
Tu cabello se acomodaba gentilmente
con celeste brillo sobre tus hombros
como tierna noche que reposa sobre el día.
Te levantaste, y mientras te alejabas de mí
fueron mis nervios los que se percataron
de lo delicado de haberme tropezado contigo.
Al quedarse mis ojos sin tu angelical presencia
mi corazón comenzó a sentir,
atrapado en una duda, pensaba inquieto.
Era acaso aquello un engaño de la razón
la que por una quimica platonica veía cosas
observadas tal vez, por una precoz imaginación.
Te devolviste y al tocarme con tu mirada ingenua
todo cuanto había en mi mente se perdió,
al darme cuenta de lo grave de mi dilema, cerré mis ojos.
Mi rostro no podía negar el miedo que sentía,
mientras el pensamiento me decepcionaba,
mis emociones comenzaron a gritar:
Que por cada sentimiento que ante ti ocultaba,
habia una estrella postrada en el firmamento
escondida tristemente en el olvido.
Que por cada palabra que no pude decir
habia un granito de arena adornando el fondo del mar
que se hecha a perder en el silencio.
Cómo acuñarse a tan solo un pensamiento
y dormir bajo la esperanza de cerrar mis ojos
esperando que tu figura vista mis sentimientos.
mis sentimientos se recuestan sobre sueños temerarios
haciendo de la razón un juguete inadecuado.
Accidentalmente me tropecé contigo
y con un golpe violento te enredaste en mis ojos,
los que en tormentoso sentimiento se envolvieron.
Tus ojos serenos eran como luceros,
llenando en silencio con su luz
todas las miradas que encantadas te miraban.
Tu cabello se acomodaba gentilmente
con celeste brillo sobre tus hombros
como tierna noche que reposa sobre el día.
Te levantaste, y mientras te alejabas de mí
fueron mis nervios los que se percataron
de lo delicado de haberme tropezado contigo.
Al quedarse mis ojos sin tu angelical presencia
mi corazón comenzó a sentir,
atrapado en una duda, pensaba inquieto.
Era acaso aquello un engaño de la razón
la que por una quimica platonica veía cosas
observadas tal vez, por una precoz imaginación.
Te devolviste y al tocarme con tu mirada ingenua
todo cuanto había en mi mente se perdió,
al darme cuenta de lo grave de mi dilema, cerré mis ojos.
Mi rostro no podía negar el miedo que sentía,
mientras el pensamiento me decepcionaba,
mis emociones comenzaron a gritar:
Que por cada sentimiento que ante ti ocultaba,
habia una estrella postrada en el firmamento
escondida tristemente en el olvido.
Que por cada palabra que no pude decir
habia un granito de arena adornando el fondo del mar
que se hecha a perder en el silencio.
Cómo acuñarse a tan solo un pensamiento
y dormir bajo la esperanza de cerrar mis ojos
esperando que tu figura vista mis sentimientos.
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